Es una reunión oficial a la que acuden el trabajador y el representante de la empresa para intentar llegar a un acuerdo sobre un conflicto laboral antes de llevarlo a los tribunales.
Todo comienza con la presentación de la papeleta de conciliación. Este documento detalla el conflicto y la propuesta de resolución. Aunque existen formularios oficiales, es altamente recomendable que un abogado laboralista redacte la demanda para asegurar que se incluyen todos los matices legales importantes y se preparen adecuadamente los hechos.
Ambas partes —trabajador y empresa— reciben una citación para asistir al acto en una fecha determinada. Este acto es rápido, informal y sin valor probatorio, ya que:
No se presentan testigos.
No se revisan documentos.
No se exponen pruebas.
Durante el acto:
Un funcionario del SMAC pregunta si existe voluntad de acuerdo.
Las partes pueden hablar entre sí o a través de sus representantes legales.
Si existe un acuerdo, se firma un acta con valor de sentencia firme.
Si no hay acuerdo, se emite un acta negativa que habilita al trabajador para acudir a juicio.
El acta firmada en el SMAC tiene fuerza ejecutiva. Esto significa que, si una de las partes incumple el acuerdo, se puede acudir a los juzgados para forzar su cumplimiento, como si fuera una sentencia judicial.
Contar desde el inicio con un abogado laboralista de confianza.
Redactar una demanda bien estructurada, ya que esta servirá de base en caso de juicio posterior.
No acudir al acto con miedo: no es un juicio, no se debate el fondo, solo se busca llegar a un acuerdo.
Este proceso busca facilitar la resolución rápida, económica y eficiente de conflictos laborales. Con la preparación adecuada, puede ser una herramienta poderosa para trabajadores y empresas.
A continuación, se presentan los pasos clave que sigue un proceso de conciliación laboral en España, explicado de forma secuencial:
Todo comienza con la aparición de un desacuerdo o situación conflictiva entre trabajador y empresa (por ejemplo: despido, impagos, sanciones).
Un abogado laboralista redacta la papeleta de conciliación, asegurando que el caso esté bien fundamentado y cumpla con los requisitos legales para su presentación ante el SMAC o CMAC.
Una vez presentada la demanda, ambas partes son citadas a una fecha concreta para reunirse en el acto de conciliación ante un funcionario público.
Durante el acto:
El funcionario actúa como mediador.
Las partes manifiestan si existe voluntad de acuerdo.
No se presentan pruebas ni testigos; el acto es informal y breve.
Se redacta y firma un acta de conciliación que tiene la misma fuerza que una sentencia judicial. Este documento puede ejecutarse judicialmente si una parte incumple lo pactado.
Se emite un acta sin avenencia, que habilita al trabajador a presentar una demanda formal ante los Juzgados de lo Social para iniciar un proceso judicial.
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