Desde el comienzo de la pandemia, el teletrabajo se ha convertido en la vida diaria de muchos trabajadores españoles. El teletrabajo reduce algunos costos, como el desembolso por el transporte, pero debido a que pasamos más tiempo en casa, aumenta el consumo energético.
Como resultado, muchas personas se encuentran usando sus propias computadoras y teléfonos móviles, o incluso usando líneas telefónicas y conexiones privadas a Internet, lo que puede significar un mayor gasto, que a menudo corre a cuenta del empleado.
La mayoría de los ciudadanos de España no están acostumbrados a esta situación, porque antes de la crisis sanitaria, la proporción de teletrabajo se estimaba en un 7%, mientras que la media europea era del 17%. Por ello, es importante comprender los derechos de los trabajadores y las obligaciones de la empresa en el teletrabajo.
Somos el origen de una nueva forma de trabajar. Este método de trabajo a distancia está incluido en el artículo 13 de la Ley de Trabajadores: «Los trabajadores a distancia tendrán los mismos derechos que los trabajadores que prestan servicios en el lugar de trabajo de la empresa». Este término es universal y no incluye a las empresas y trabajadores en la realidad laboral vivida durante la pandemia.
Para muchas personas, el teletrabajo es sinónimo de equilibrio entre el trabajo y la vida privada. Sin embargo, esto puede provocar un aumento en el consumo de electricidad de los hogares.
La regla general es que los empresarios deben hacerse cargo de los costos y gastos en los que se incurre por el desarrollo de las actividades laborales, sin embargo lo correcto es definir claramente todos los aspectos relacionados con el equipo de trabajo, las responsabilidades y los importes. En este tipo de trabajo a distancia prevalecerá la voluntad.
Debe revisar el contenido del contrato de trabajo o convenio colectivo aplicable. Además, se debe considerar si el teletrabajo representa un costo adicional para el trabajador. Por ejemplo, si los trabajadores van a realizar sus funciones en casa de forma regular o permanente y no tienen suficientes conexiones a Internet, entonces «los empleadores deben asumir los gastos necesarios para mantener una buena conexión».
Siempre que sea un modelo de alta eficiencia, el costo de poseer una computadora portátil por mes durante 8 horas durante la jornada laboral es de solo 2 euros. |
El trabajo a distancia requiere medios técnicos, en principio debe ser proporcionado por la empresa, y la misma también debe prestar atención a su instalación y mantenimiento.
Por ejemplo, es posible permitir que los trabajadores utilicen su propio equipo (ordenadores, teléfonos…) siempre que no sea un resultado obligatorio y justo del tratamiento. La empresa no puede instalar herramientas de control o sistemas de seguridad específicos de la misma manera en estas computadoras personales.
Lo más importante es organizarse y adaptarse con flexibilidad a las características del entorno en verano e invierno, ya que esto puede evitar un uso excesivo de iluminación, aire acondicionado o calefacción.
La clave para que la oficina remota no utilice un aumento en el consumo de energía es:
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